La increíble historia de Ezequiel, un vecino de nuestra ciudad que trabaja como repartidor de encomiendas en el actual epicentro de Covid-19. Los riesgos, los miedos, su análisis sobre la situación en Argentina y mucho más.
Ezequiel Grzybowsky es un vecino de nuestra ciudad que hoy está radicado en New York, que es el epicentro de coronavirus más grande del mundo en la actualidad. Más de 14.000 muertes, cerca de 225.000 infectados y contando.
Allí el laboulayense se desempeña como repartidor de la famosa empresa FEDEX, y es parte del servicio esencial que día a día debe cumplir su rol para combatir la pandemia. Pudimos conocer su historia en un contacto con Viviana Mattiazzi para #NELQP en FM Play 102.9.
“Emigré a los 18 años a Córdoba Capital, viví unos 10 años allí, conocí a mi señora, nos casamos y salió esta oportunidad de venir para EEUU”, comienza comentando Ezequiel, y agrega: “Vivimos a 15 kilómetros de New York, en un lugar más Residencial, más tranquilo para vivir. Justo el foco de coronavirus comenzó cerca de esta zona y luego se expandió a lugares como Manhattan y fue rapidísimo. Pasamos de 10 o 20 casos a 5000 en una semana. El virus nos tomó por sorpresa. Sabíamos que existía en China, pensamos que aún no iba a llegar acá. Pero de un día para el otro nos sorprendió y empezamos a extremar medidas. Incluso cerca de nuestro hogar se armaron 5 carpas gigantes para poner gente”.
Ante la consulta sobre los protocolos a la hora de actuar, el joven de 34 años comenta que hay más que nada una lucha de egos entre las autoridades, por lo que los vecinos están tomando sus propias precauciones: “Acá actuamos más que nada a conciencia. Lo que sí la gente ha desabastecido comercios y tratan de cuidarse, aunque igual hay mucha gente en la calle. Con la mayoría de la gente que hablo están preocupados. El estado quiere abrir todo nuevamente en los próximos días y lo vemos complicado”, expresa.
Grzybowski nos cuenta cual es actualmente su rol en la ciudad más afectada por el coronavirus: “Yo trabajo en FEDEX, soy parte de los considerados empleados esenciales. Hacemos encomiendas con alcohol, guantes, máscaras, alimentos. Cosas esenciales que por ejemplo llevamos a Hospitales. En todo momento tengo barbijos, guantes, lentes. No nos tocamos la cara, nos lavamos la cara a cada rato. A veces tengo que ir a lugares con gente infectada. Hago deliverys donde me dejan carteles que me avisan que hay personas con coronavirus, y bueno estas constantemente con ese miedo de contagiarte”, cuenta.
El joven repartidor fue consultado si ha visto que el trato en la pandemia es para todos iguales, si se ve discriminación o incluso ataques contra profesionales como ocurre en nuestro país. “He visto casos de racismo y conozco gente que lo ha sufrido; pero la mayoría de la gente no es así. Nueva York es tan grande que la cultura es variada. Sin embargo los que más sufren hoy en día son aquellos que están indocumentados en el país y viven el día a día. Por otro lado no, acá los que estamos en riesgo no tenemos el destrato como algunos casos que se ven en Argentina; al contrario, hay gente que hasta nos da la comida”, explica.
Siguiendo la línea comparativa, a Ezequiel se lo nota informado de como se lleva la situación en nuestro país y hace su reflexión: “Yo creo que en Argentina se están tomando medidas correctas, por eso hay que hacer caso a las autoridades. Me impactó la rapidez con la que se tomaron las medidas. La gente con la que hablo acá y les cuento, ven que en Argentina se preocuparon primero por la salud. Acá se pelean entre las autoridades para ver como llevan la situación, pero nada es concreto con respecto a la salud de la gente. La situación está complicada, hay muchos casos y el virus ya no discrimina porque se muere gente de todas las edades. Incluso creo que el problema es mayor de lo que se dice porque hay muy pocos testeos”.
Finalmente, el vecino de nuestra ciudad envió un mensaje a sus allegados y a la comunidad: “Venimos hablando seguido con la familia y tratamos de tranquilizarlos, por ahora estamos bien. Salimos lo necesario y nada más. Quiero dejarle saludos a mi mamá, mi hermana, mi sobrina; a todos los amigos de allá que siempre los recuerdo. Les pido que cumplan con las normas, usen barbijo y no se toquen la cara”, cerró.
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