La pasada semana, el Municipio de nuestra ciudad dejaba entrever que el Predio del Lago Municipal había sufrido destrozos y hasta el robo de una electrobomba de la Pileta; mas allá de la frustración generalizada, la policía logró recuperarla.
No es que haya que festejar, pero servirá como un pequeño consuelo. El vandalismo y la negligencia alimenta a diario la transmisión de información en tono pesimista. Mientras la gestión del Intendente Abdala alimenta un discurso de incentivo para ser buenos vecinos y buenos ciudadanos, los daños y descuidos crecen. En menos de un mes, el renovado parque de España y Brown sufrió averías en los juegos, mientras que hace una semana se informaba desde la prensa municipal, distintos destrozos en la pileta y hasta el robo de una electrobomba. Justamente, luego de tantos agravios el Lago Parque Municipal (al mencionado hay que sumarle el vandalismo en luminarias, juegos y esculturas), la decisión drástica se dirigía a cerrar las puertas del predio durante las madrugadas.
En fin, la buena nueva la informó la policía local que recuperó la electrobomba sustraída hace una semana, la misma fue hallada en un domicilio de nuestra ciudad: “En la tarde del día 19 de enero del corriente, personal de la División Investigaciones, procedió a dar cumplimiento a orden judicial de allanamiento para un domicilio ubicado en calle Constantino Abatte de esta ciudad, procediéndose al secuestro de una electrobomba, elemento este el cual no sería ajeno a un a un hecho de carácter delictual denunciado en el transcurso de la semana ocurrido en la Pileta Municipal”, reza el Parte Policial de la jornada.
Lo cierto, es que a pesar del discurso municipal, crece la rabia entre los ciudadanos, al ver que algunos vecinos no cuidan ni respetan el patrimonio que es de todos. El Intendente de nuestra ciudad, César Abdala, ha repetido en sus últimos contactos con nuestro medio una serie de frases dirigidas al compromiso de los laboulayenses para con la limpieza y el cuidado de la ciudad, el cuidado en el tránsito, etc; siempre aclarando que hace ese pedido para no tener que andar “militarizando” la localidad.
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