Ciudadanos, Policiales

Familiares y amigos del único policía imputado y sobreseído por la muerte de Álvaro Zarandón, convocan a una marcha por justicia tras la resolución del Tribunal Superior de Justicia  cordobés que indica que (por más que el juicio de nuestra ciudad reconociera la inocencia de Celi) se le realice un nuevo juicio en la ciudad de Río Cuarto.

Justicia: es la única palabra a la que parece que no se le está haciendo honores este caso, no solo porque siempre dio la sensación de que Celi era un “perejil” en la causa, sino porque se perdió la vida de un menor en manos de un integrante de una institución del Estado, el cual está libre y sin acusación alguna.

Después de perder injustamente (según lo que se juzgó en nuestra ciudad) tiempo valioso de su vida tras las rejas en el penal de Bouwer, ni hablar los malos momentos en la plenitud de la formación de su familia, parecía que Celi conseguía un poco de justicia luego de ser declarado inocente del asesinato de Álvaro Sarandón, además de reintegrarse a la fuerza policial. Cuando parecía que Celi recuperaba su vida, su familia y se encaminaba a la felicidad, los fantasmas (que parece que nunca van a desaparecer), volvieron con todas las fuerzas: Atípicamente, el TSJ resolvió que a Celi se lo vuelva a juzgar, esta vez en un tribunal de Río Cuarto y siendo otra vez el único acusado. Así, la causa Zarandón tiene dos víctimas, una que no se puede defender, Álvaro; y la otra a la que están agotando con el paso de los días, Celi.

Es por eso que la esposa de Maximiliano Celi, Valeria Cabanay, convoca para este mediodía a una marcha para exigir justicia por Maxi, lo que también significa buscar justicia por Álvaro y que el caso no quede impune.

De lejos se nota la desazón de Valeria ante lo que ella entiende como una completa injusticia manchada de alta corrupción que encabeza una de las instituciones que, en los supuestos, debería representar a la Justicia, el orden y la paz.

Desde las 12.30hs, la marcha tendrá salida desde la Plaza General Paz, para desembocar en el edificio de la fiscalía sobre la calle Independencia para pedir que se deje de hostigar a una persona (y su familia) que ya fue juzgada y sobreseída.

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