Ciudadanos, opinión

Dado un hecho violento que sucedió en las últimas horas, que data sobre la pelea de dos jóvenes mujeres, alumnas de un colegio secundario de nuestra ciudad, surgió la idea de hacer un análisis de la situación poniéndolo en contexto y tomándolo como un efecto de los conflictos que la educación tiene hoy en día. De allí nace esta nota de opinión, a cargo de quién escribe, Juan Manuel García.

Hay una marejada de interpretaciones ante temas de sensibilidad en la que uno teme entrometerse a riesgo de cometer errores, no solo de expresión misma, sino en la interpretación del lector. Por ende, es mi responsabilidad explicar primero que la nota contendrá material gráfico y audiovisual que puede herir la sensibilidad de las personas, quizás algunas palabras también.

No obstante, también es menester dejar claro que este escrito remite a la opinión de mi persona, con acceso a este medio, que puede equivocarse o acertar pero que sintió la necesidad de expresar lo que pensaba, sin intentar sobrepasar los criterios de cualquier individuo que tenga acceso al escrito.

En las últimas horas, el efecto colateral o el reflejo de lo que sucede a nivel nacional, provincial, local, etc; derivó en una pelea callejera de dos jóvenes de un colegio de nuestra ciudad (ni me gasto en distinguir el color de la institución, ni su condición Publica/Privada, pues no es algo que me de indicios de delimitación del problema).

La noticia, como medio comercial, bien podría ser un escrito semi amarillista distinguiendo los datos que antes no quise nombrar, el acto de la pelea y finalmente el video como postre de esta ambición de lograr las expectativas de “me gusta”, comparticiones y retweets.

No obstante, la cabeza no permite colaborar con ese modelo de transmitir información, al menos no en este caso, en el que quizás sea mas útil hacer valer las ganas de expresar los malestares o desconciertos que en este momento se sienten en uno.

Una pelea entre dos alumnas, con una manada de jóvenes alrededor incentivando y alentando el acto de violencia parece un acto normal si lo generalizamos quizás solo a nuestra provincia.

Pero la necesidad de desglosar para intentar que no se estigmaticen los colores institucionales, ni las clases sociales, invaden esta nota.

Hay una verdad que implica que el alumno es el último escalafón de una institución educativa, (aunque deberían estar a la misma altura, eso no sucede) y termina siendo sometido a las directivas de los docentes y autoridades, que a su vez son sometidos por los sindicatos o gremios, que a su vez son influídos por el poder del estado, que a su vez es (hoy y siempre) manipulado por las más grandes empresas nacionales y multinacionales.

En sí, siempre he pensado que la educación se conforma de un trinomio integrado por la casa (la familia), la calle (el estado) y la escuela (institución educativa); justamente los engranajes que ensamblan las 3 piezas están cada día más desgastados, que a su vez genera un dolor de cabeza simplemente al intentar buscar su origen.

El resultado final en el tiempo es que el ultimo escalafón en el futuro va a ser el primero. En conclusión, si el trinomio educativo se encuentra enfermo y hoy tiene su máxima expresión en la pelea entre dos jovencitas y un grupo de gente alentando dicha pelea, no nos da expectativas para reflexionar sobre cómo será el sistema educativo de la próxima generación. (la generalización puede ser mala o buena siempre, los resultados solo los dirá el tiempo).

Nada escapa a un contexto nacional o provincial que hoy tiene en pie de guerra a los docentes contra el estado por la dignidad salarial, la cual se avala. Lo que no se avala es la representación gremial inundada de política que hará oídos sordos a cualquier propuesta porque este año hay elecciones. No obstante, hay una gran porción de docentes que no se sienten identificados con el gremio y eso se ve cuando la adhesión a los paros debe ser dibujada para que quede bien en la noticia.

Hay una reflexión, que nos suele preguntar que esperamos de un chico que ve violencia en su casa, o como absorbe las “malas juntas” de la calle, llena de drogas y libertinajes… pues hoy en día, la lucha politizada entre docentes, gremios y el estado, no están lejos de la imagen que absorben los chicos, como cuando papá le grita a mamá (siendo suave), o cuando el pibe de la esquina se fuma un porrito.

Lo cierto es que entre el agite mediático, la manipulación de redes, la obsesión por el “me gusta” (todas esas cosas de las que no estoy exento), nos pierden en el objetivo de mejorar lo que se está arruinando, pues hoy nuestra arma más revolucionaria es el sillón de casa, la pc o el Smartphone, el perfil de la red y el decir sentado desde nuestra comodidad que el político es corrupto, que el docente es vago y que el pibe es “negro”.

Así, la militancia de sofá nos tiene atados y apaciguados en casa, bien justo como nos quieren los que realmente conservan el poder y a los que siempre le favoreció que la masa se encuentre en calma, por eso al perro siempre le tiran un hueso nuevo, en tanto que el otro juego de la manipulación sobre el origen de la “mala educación” de los niños y jóvenes se da en el círculo viciado y vicioso de que la familia culpe de todo a la institución y al estado, la institución culpe al estado y a la familia y por consecuencia, el estado culpa a la familia y a la institución. ¿Saben que sale de todo eso?, a mi criterio, dos cosas:

Primero, que los que tienen el poder se ríen de cómo se matan las crías y, segundo, el video que verán a continuación.

 

Saludos, Juan Manuel García (Play Fm y Play Online)

ATENCIÓN: El video contiene imágenes violentas que pueden herir la suceptibilidad de las personas

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