Una de las glorias del fútbol argentino en los 80º y 90º, Claudio “el turco” García estuvo en nuestra ciudad brindando una charla acerca de su etapa como adicto a la cocaína, sus pesares y su recuperación. Él, junto a su equipo de trabajo y otros profesionales de nuestra ciudad organizaron este foro para tomar conciencia y dejar atras el tabú que significa tratar el tema de las adicciones en la familia y la sociedad.
“La cocaína es como el matrimonio, primero la conoces luego te enamoras y por ultimo enviudas; la dejas o te deja”. Así, Claudio “turco” García, definía en forma concreta su camino por las adicciones de una de las sustancias más nocivas para el cerebro.
Ante 200 personas en el Prado Español se escuchó al ex jugador contar como recayó en el consumo de la cocaína. Con 30 años de trayectoria futbolística, un ídolo para muchos, la soledad de la victoria y no tener trabajo lo encontró haciendo nada. Fue en ese entonces que un “amigo” le dio para probar cocaína y así comenzó a sentir que pasaba el tiempo. Después de años encerrados en sí mismo, su esposa lo dejo porque “uno enferma a la familia”, enfatizó el Turco.
La triste historia de un adicto llega al punto de no tolerar los pocos minutos que tenía con sus hijos. Claudio llego a sentir tanta ansiedad por consumir cocaína, que los días que debía compartir con su hijo en la plaza no veía la hora de regresar a su casa para consumir. Pedir cada media hora que venga la moto del delivery de droga; pasar días enteros sin dormir; destruir su departamento para buscar algo; que tus conocidos no te reconozcan. Son algunas de las historias que pudo compartir con las personas presentes.
El Turco García no vino a dar clases, sino a mostrar la realidad cruda de un adicto y como todo a su alrededor se destruye. Durante 3 o 4 años jugó con su vida y luego de filmarse drogado y verse en ese estado le hizo un click que lo ayudo a ponerle fin a su pesadilla.
Salir adelante por su voluntad no le fue fácil pero había amigos que vieron en sus ojos ese “Basta de Drogas”, y lo llevaron a Villa María a rehabilitación.
El ex jugador de futbol dijo en la entrevista que concedió en PLAY F.M. 95.5 para el programa #NELQP, que quiere advertir que la droga no es caviar como muchos quieren hacerla aparentar. Son los padres quienes les cuestan asumir que su hijo consume y tomar la decisión para llevarlo a recuperación. Por eso, con su testimonio quiere que la sociedad se haga cargo de los daños que las drogas legales e ilegales destruyen a la familia, amigos, hijos, matrimonios.
La charla brindada en el Prado Español, fue organizada por el Centro Cardiovascular en conjunto con la Fundación del Turco García para el Programa Asistencial Integral en Drogas Dependencia para público en general.
Allí elmédico en psiquiatría Juan Pablo Vedia expuso conceptos básicos del deterioro del cerebro y el cuerpo de todas las personas que consumen drogas. Aseguró que con estas charlas de prevención primaria se quiere llegar a la educación para formar agentes potenciadores para una sociedad libre del consumo.
El turco García es paciente y amigo de Juan Pablo Vedia por eso ambos vieron la oportunidad de unir sus conocimientos para llevar a cabo esta movida por el país, para hablar de algo que se sabe que ocurre pero se oculta por desconocimiento o vergüenza.
Con la presencia de autoridades municipales, provinciales, educativas, policía, deportista, dirigentes de clubes, alumnos, docentes, médicos, se pudo escuchar y preguntar.
El profesional dividió las drogas en legales e ilegales; el consumo de alcohol fue clasificado por expertos en primera lugar porque provoca un 70 por ciento de daño en la sociedad y el otro 30 en el cuerpo. Esta legalmente aceptada en la sociedad, se puede adquirir en todo lugar pero causa adicción destruyendo con el tiempo el organismo. En conclusión todas las sustancias no son gratis a lo largo de la vida; primero causan placer y un efecto depresivo, bajón, cuando la dosis se terminó.
También remarcó que en ciudades chicas es tema Tabú hablar de drogas y se niega la realidad del problema, pero advirtió que cuanto más se hable, se comunique y menos vergüenza se tenga sobre adicciones se podrá combatir este flagelo o se logrará que menos jóvenes ingresen en esta oscuridad.
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